I. INTRODUCCIÓN
Los problemas ligados a la educación universitaria en Venezuela revisten una altísima complejidad estructural y funcional, correlacionada con la heterogeneidad y las diferencias organizacionales de cada institución universitaria en particular. Cada universidad representa un mundo con necesidades y dificultades diferentes que no son resolubles mediante una fórmula única global que encierre todas las respuestas en forma total. Tal situación genera un estado de confusión institucional al intentar dar soluciones desvinculadas con la problemática particular de cada universidad, creando situaciones de debate estéril entre facciones políticas con ideas irreconciliables, marcadas por un profundo arraigo ideológico donde los intereses particulares hacen sucumbir a las necesidades institucionales.
La universidad como ente académico debe funcionar en un medio de libertad, autonomía, crítica y debate de altura, donde se discuta con el poder de los argumentos sin temor a la retaliación. Donde la docencia e investigación, estén vinculadas a las comunidades y se inspiren en su problemática para generar conocimiento de alta calidad y de carácter público no mercantilizado ni limitado al servicio exclusivo del sector industrial.
Es de carácter obligatorio que todos los integrantes de la comunidad universitaria estén conscientes del papel social y cultural de esta institución de educación superior, que se proyecta más allá de un simple mercado de licencias y títulos, o de una fábrica de profesionales para engrosar la nómina del sector empresarial. La universidad es la sede donde la sabiduría debe crecer para ser difundida sin exclusiones a todos los estratos sociales. Este saber nacido de la discusión, confrontación, verificación y debate, bajo la mirada crítica de la autonomía, será el fin último del investigador, quien tendrá en sus manos la responsabilidad de hacer despegar al país de las garras del subdesarrollo.
La docencia e investigación están incluidas dentro de las funciones universitarias básicas. La investigación para la creación y la docencia para la diseminación del conocimiento. Igualmente se señala como misión de la universidad la búsqueda, desarrollo y difusión del conocimiento en todos los campos del saber, para convertirse en referencia del mismo y del desarrollo tecnológico.
En las últimas décadas se ha intentado establecer la relación entre docencia e investigación, su naturaleza, características y los resultados de su interacción en el proceso enseñanza-aprendizaje, para mejorar la educación de los estudiantes, promover la innovación en el profesorado y fortalecer la institución universitaria. La integración de la investigación con la docencia es un tema incluido en las políticas institucionales de varias universidades en el ámbito mundial, dado que representa la sublimación de la producción científica y académica, así como una mayor eficiencia en relación a tiempo y recursos.
En este artículo se pretende identificar los factores que promueven y dificultan la integración entre la docencia e investigación dentro del recinto educativo universitario, para así sentar un precedente del cual se puedan proponer estrategias que articulen efectivamente ambos procesos como caras de una misma moneda.
II. MARCO HISTÓRICO: EVOLUCIÓN DE LA DOCENCIA E INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA A TRAVÉS DEL TIEMPO.
La universidad tiene un largo proceso histórico en el cual ha evolucionado su organización, sistema de creencias y valores entre otras cosas. En relación a la docencia e investigación, el cuerpo docente siempre los ha visto como actividades inseparables. La investigación previa al siglo XIX, fue concebida como un trabajo individual de producción escrita sobre las reflexiones que servían de base para la preparación del profesor como docente. En el siglo XVIII, específicamente en las universidades alemanas, se creó un modelo universitario basado en las ideas de Humboldt y adoptado posteriormente por otras universidades, donde docencia e investigación se concebían como inseparables; idea que ha permanecido a lo largo del siglo XX. No obstante, la idea articulada de docencia e investigación no fue homogénea a lo largo del tiempo ni en todas las universidades. La diversificación de los campos de estudio ha generado una dispersión en la idea de cómo se produce dicha relación: simbiosis, sinergia, relación, conflicto, incompatibilidad, constructos diferentes, etc. La relación docencia investigación ha sido un tema polémico que ha tratado de establecer cuál es la conexión entre ambas (Brew y Boud, 1995).
III. MARCO LEGAL DE LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA: UNA UTOPÍA POSIBLE
Según los artículos de la Constitución Nacional de 1999 y de la nueva Ley Orgánica de Educación 2009, referente a la regulación de las universidades nacionales, las instituciones universitarias están teóricamente supervisadas bajo el siguiente marco legal:
Los artículos 98 al 111 de La Constitución actual vigente, Capítulo VI, sobre los derechos culturales y educativos, dictaminan el reconocimiento y protección de la propiedad intelectual declarando la libertad de la creación cultural, a la cual catalogan como bien irrenunciable, que debe ser protegido por el estado. En el mismo orden de ideas declara la igualdad entre las culturas, la protección social por parte del estado hacia los trabajadores culturales, la garantía estatal para la circulación de la información cultural, la educación como derecho humano y deber social obligatorio hasta el nivel medio diversificado; los requisitos fundamentales para el ejercicio de la educación, el derecho de particulares a fundar instituciones educativas, la obligatoriedad de la educación ambiental, el papel de los medios de comunicación social en la educación, el reconocimiento del estado de la autonomía universitaria, los principios éticos de la investigación científica, y el derecho al deporte y recreación.
En relación a la Ley Orgánica de Educación (LOE) de la República Bolivariana de Venezuela (2009), el artículo 4 haciendo referencia a la educación y cultura, recalca la educación como derecho y deber social, señalando su papel en el desarrollo de valores culturales para transformar la realidad. El artículo 5 de la misma ley, toca el tema del estado docente regulador de la educación bajo principios éticos. El artículo 7 garantiza el carácter laico, mientras que el artículo 8 hace referencia a la igualdad de género. Los artículos 10 y 11 prohíben la incitación al odio y la difusión de doctrinas contrarias a los valores nacionales. El artículo 13 rige la responsabilidad social y solidaridad en todos los niveles educativos, mientras que el artículo 15 expone los fines de la LOE. En torna a la educación universitaria, el artículo 32 profundiza sobre la formación integral de los ciudadanos, el 33 define los principios rectores universitarios fundamentales, el artículo 34 explica como ejercerá la universidad su autonomía, el 35 complementa la legislación universitaria mediante leyes especiales, el 36 trata sobre la interacción con las comunidades y finalmente el artículo 50 garantiza una inversión prioritaria de crecimiento progresivo anual para la educación por parte del estado.
Tener en cuenta esta legislación es fundamental para comprender los factores que entorpecen y promueven la integración de la docencia e investigación en la educación universitaria.
IV. FACTORES QUE MODULAN LA INTEGRACIÓN DE LA DOCENCIA E INVESTIGACIÓN EN LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA
Dentro de la estructura humana que conforma una sociedad postmoderna, la Universidad es vista por muchos, como un mecanismo de prestigio y promoción social, desdibujándose las mismas en un mercado de licencias y títulos. Esta visión miope del papel de la Universidad se alimenta de la ignorancia sobre el concepto del profesor universitario, visto solo como docente y no como investigador.
Una de las más importantes diferencias entre la universidad y el nivel secundario, radica en la presencia de la investigación; función universitaria esencial, que usa el debate, la confrontación de ideas y argumentos, la discusión y la verificación como herramientas para crear el nuevo saber. Este afán de buscar la verdad determina la autonomía, que debe ser vista más como una responsabilidad que como libertad de maniobra. La verdad debe ser buscada por la inteligencia y el ansia de saber, ubicando así los conocimientos en base a la contraposición, cuestionamiento, discusión, verificación y refutación, en más amplias totalidades comprensivas: la sabiduría. Por lo tanto la universidad como condición mínima para su ejercicio debe ser crítica, y ésta crítica construida en el debate universitario debe tener carácter público. La docencia enlazada con la investigación fortalecerá la calidad de la enseñanza-aprendizaje. La autonomía alcanzada por la sabiduría, fruto de la investigación y transmitida por la docencia, enfrentará a los poderes fácticos y a la ontología del substrato cultural, sin embargo la autonomía no debe ser sinónimo de autarquía, fosilización e irresponsabilidad administrativa. El estado debe ser vigilante del uso de sus recursos en forma eficiente, sin violar el principio de autodeterminación universitaria implícito en la autonomía.
A continuación se enumeran y explican brevemente los problemas propuestos que dificultan la integración de docencia e investigación en la educación superior universitaria venezolana.
AMENAZAS INTERNAS:
- La excesiva estabilidad laboral de los docentes universitarios: situación que crea en los académicos una atmósfera de desmotivación para la iniciativa investigativa y de auto superación, lo cual seduce al docente a vivir en la cómoda sombra de la institución amparado en el hábito repetitivo carente de retos, sin producción intelectual de calidad. Este ambiente se crea inconscientemente por la lucha de los gremios en materia de reivindicaciones laborales. Se eliminan así las posibilidades de desmejoramiento de las condiciones del puesto de trabajo y por ende la motivación para obtener ascensos basados en logros científicos.
- Desvinculación: los programas de investigación no se inspiran en los problemas sociales inmediatos que afectan a las comunidades por no existir una conexión real entre éstas y la institución. La desvinculación es un problema que surge generalmente por el intento descontextualizado de copiar líneas de investigación de universidades foráneas exitosas como modo de asegurar la repetición de este éxito en el recinto universitario local, sin tomar en cuenta las diferencias socioculturales, políticas y económicas del ámbito que rodea a cada universidad. Es difícil enseñar un conocimiento que no satisfaga las necesidades locales y regionales.
- Rigidez curricular: en varios núcleos del sistema universitario los curricula están anticuados y resulta prácticamente infructuoso cualquier intento por actualizarlos, debido a la resistencia de las autoridades universitarias omnipotentes encargadas del mismo. La rigidez curricular es un vicio muy generalizado que nace del hábito de repetir durante cada curso el mismo esquema de planificación, por la aversión a enfrentar los retos que imponen las nuevas necesidades institucionales.
- Burocracia: excesiva cantidad de personal administrativo y obrero por encima de las necesidades reales, con el consecuente despilfarro presupuestario. El financiamiento de las universidades venezolanas ha sido precario en la última década, y progresivamente se ha agravado. Esto repercute en la falla de recursos de toda índole necesarios para fortalecer la docencia basada en la investigación.
· Excesiva concentración de poder y funciones en el Consejo Universitario: todas las decisiones claves para fomentar los cambios estructurales en relación a investigación y docencia, entre otras cosas, se encuentran concentradas en un grupo que generalmente antepone sus intereses particulares a los institucionales, haciendo todo el proceso lento, ineficiente y fácilmente superado por los cambios que implican las nuevas necesidades universitarias y las nuevas problemáticas asociadas.
· Control interno de élites académicas: estos grupos de poder negocian su perpetuidad en el poder amparándose en la dependencia institucional de sus subalternos y del ingreso de nuevos docentes, quienes deben forzosamente asumir su línea política para lograr optar al cargo académico. De esta manera la atención está desviada a intereses ajenos a los universitarios.
· Disputa interna entre facciones opuestas polarizadas por el color político: los grupos políticos al infiltrase en la universidad desvirtúan los intereses de la institución por obtener el control presupuestario o una parcela de poder dentro de la institución, convirtiendo a la entidad académica en un centro de debate estéril alejado de la investigación y el saber científico.
AMENAZAS EXTERNAS:
- La amenaza del Estado Docente: con la excusa de supervisar la educación superior, se cuestiona la autonomía, calificándola de anárquica, irresponsable y contraria a los principios revolucionarios socialistas. Intenta así tomar el control absoluto de la investigación y docencia para el gobierno, con el fin de convertirlas en títeres reproductores de la ideología gubernamental, anulando la pluralidad ideológica universitaria. Esto constituye un genocidio académico.
- Déficit presupuestario: el gobierno nacional no cubre las necesidades económicas reales de estas instituciones limitando su correcto desenvolvimiento en base a este recurso, y deteriorando los servicios internos. Obviamente la integración docencia –investigación se debilita ante la falta de recursos monetarios.
· El anacronismo legislativo universitario: la actual legislación universitaria presenta una muy deficitaria capacidad para enfrentar los cambios de la globalización. Las necesidades superan su radio de acción y los problemas se acumulan obstaculizando toda integración docencia-investigación. Se mantienen los mismos esquemas de planificación basados en las leyes actuales y solo se percibe un silencio institucional.
· El ascenso de la investigación contratada frente a la investigación propia: la investigación propia es aquella elegida libremente por los docentes en su libertad investigativa, sin financiación especial, o que se realiza dentro de proyectos de universidades estadales. La investigación contratada es desarrollada por entidades ajenas a la universidad y financiada parcial o totalmente por estas mismas. La investigación por contrato responde a intereses productivos externos del estado o empresa privada, desligados del interés fundamental universitario. Generalmente la universidad no puede disponer libremente de los resultados como nuevo conocimiento útil para sus estudiantes debido a cláusulas de confidencialidad que lo impiden, lo que disminuye aún más lo probabilidad de que este tipo de investigación nutra a la docencia.
V. LAS FUNCIONES DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
El propósito de la docencia universitaria es educar integralmente individuos para su óptimo desempeño profesional, con el fin de mejorar el desarrollo sociocultural de la nación. Las disciplinas que intervienen en la docencia universitaria son la pedagogía, que estudia los procesos de formación de los futuros egresados; la didáctica, que se encarga del proceso docente-educativo y el currículo, que se encarga de la selección de los saberes con los cuales han de prepararse los profesionales para desarrollar sus actividades laborales, saberes que rotan desde las ciencias hasta la academia y desde la academia hasta el ámbito laboral.
La investigación tiene como meta descubrir nuevos conocimientos científicos, artísticos, técnicos y tecnológicos, con el fin de garantizar el desarrollo de la sociedad. Según la UNESCO, la misión de la universidad del siglo XXI, es ser generadora de desarrollo de las ciencias para formar mujeres y hombres de pensamientos capaces de empujar las fronteras del saber en una determinada disciplina. En este mismo sentido, la universidad es concebida como el espacio más propicio para establecerse como el nicho de las ciencias. Su tarea es la creación del futuro.
En las sociedades del conocimiento, se manifiestan las organizaciones inteligentes, que desarrollan en su interior procesos de aprendizaje mediante apropiación, uso y codificación de información que convierten en conocimiento. La universidad es la organización inteligente por excelencia, debido a su histórica trayectoria trabajando con estudiantes y profesores en los procesos de enseñanza – aprendizaje y producción de conocimiento. Teóricamente, la universidad sería el modelo ideal para el funcionamiento de las entidades que desean catalogarse como organizaciones inteligentes, pero simultáneamente, éstas serían para aquella, el modelo para la circulación del conocimiento en ámbitos no académicos. La docencia se ocupa de la interacción de los saberes en la universidad.
Según Chevallard (1991), los saberes que circulan en el ámbito universitario pueden ser clasificados como: saber sabio, saber a enseñar, saber enseñado, saber a aprender y saber aprendido. El saber sabio es aquel que producen los sabios o genios, llamados científicos o artistas; es elaborado para circular en comunidades científicas y artísticas; pero igualmente hace bagaje cultural en las nuevas generaciones que necesitan aprender para formarse como técnicos, tecnólogos, profesionales, científicos o artistas. La universidad entonces se encarga de hacer posible que esos saberes sabios se conviertan en un saber por aprender, mediante la intervención de la pedagogía, el currículo y la didáctica.
El currículo elige de ese saber sabio, los conocimientos necesarios que un profesional, artista, técnico, tecnólogo o científico necesita para desempañarse en su campo. Inicialmente, el currículo, como seleccionador que sistematiza, registra y proyecta los saberes sabios, interviene pedagógicamente: los fines educativos o propósitos de formación que cada institución de educación superior delimita para la formación de sus egresados, como diferenciador entre las otras instituciones de su mismo orden , y se involucra con su misión, visión, filosofía y deseos singulares de educar para un tiempo histórico, denominado posmodernidad en una sociedad catalogada del conocimiento; es decir, el saber sabio, empieza a integrarse con otros conocimientos que lo atraviesan según las necesidades sociales, ofertas de mercado, políticas educativas gubernamentales, relaciones interdisciplinarias y cambios generacionales. De esta manera, el saber sabio se transforma en objeto de enseñanza y en el saber a enseñar.
En tanto se elige, registra y proyecta, el saber sabio hace parte del currículo y en tanto se ejecuta hace parte de la didáctica, el saber enseñado, el cual se refiere a la ejecución que el profesor realiza en la clase, del saber sabio y el saber a enseñar. Es en clase done se tematiza el saber sabio, es el objeto de estudio de la metódica, campo de la didáctica. Para que el saber a enseñar llegue hasta la clase, ambos deben ser pensados desde la didáctica, es decir, desde una teoría acerca de las prácticas de la enseñanza. Allí en el acto mismo de la enseñanza, donde intervienen los estudiantes, es que se manifiesta un doble carácter del saber: la dicotomización del objeto de saber, una versión para quien enseña y otra para el que aprende.
La versión de quien enseña para el que aprende, constituye un supuesto, el saber a aprender, que sólo puede ser controlado en la evaluación, un componente de la didáctica; pero el saber aprendido, lo realmente aprendido, sólo el alumno, en su proceso de formación, podrá dar cuenta de ello, en tanto autoevaluación.
En resumen, la función de la docencia tiene como objeto la circulación de los saberes en la universidad, pero en su desarrollo se manifiestan las funciones de investigación. La función de la investigación, en cuanto al saber sabio fruto de las investigaciones, es seleccionado por el currículo con fines pedagógicos, saber a enseñar, para formar profesionales que se desempeñarán en las sociedades del conocimiento, el entorno con el cual interactúa la universidad será función de la extensión.
VI. LA FUNCIONES DE LA UNIVERSIDAD Y LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
La investigación educativa o formativa, según Restrepo (2004), esboza el papel que pueda cumplir la investigación en el aprendizaje de los saberes, es decir, los procesos investigativos modelados didácticamente, para llevar a las aulas las prácticas históricas de producción del conocimiento científico en sus procesos y no limitado a sus resultados, como un primer acercamiento del estudiante al mundo de la generación del saber, lo cual es diferente a la investigación en el aula o a la docencia investigativa y a la formación en investigación. En el primer caso, en la investigación en el aula, el profesor es un investigador de su práctica, siendo el proceso de enseñanza y aprendizaje su objeto de estudio. El segundo caso, la formación en investigación, es un tema eminentemente curricular y se ocupa de asignaturas como Metodología de la investigación, teoría del conocimiento, historia y filosofía de las ciencias, trabajo de grado, es decir, de la selección de conocimientos que ha producido la humanidad como bagaje histórico en el campo de una disciplina. En postgrado, maestría y doctorado, todas las asignaturas del currículo intentan formar en investigación.
La investigación educativa ha sido explorada por la enseñanza problémica y por el aprendizaje basado en la solución de problemas (ABP), que enfoca el aprendizaje como un proceso de construcción del conocimiento centrado en la actividad de búsqueda y elaboración por el estudiante con la asesoría del docente.
La investigación y su producción de conocimientos, y la función de docencia con sus postulados de circulación de saberes, encuentran en la investigación educativa una posibilidad, entre otras, de diseñar un modelo de docencia que simule los procesos investigativos en el aula de clase. Tal modelo teóricamente se diseñaría bajo la lógica investigativa fundamentada en la lógica del proceso educativo, así se conforma un modelo didáctico de investigación formativa para la educación universitaria. Es conocido que la lógica investigativa en su esencia es un proceso problémico. Identificar y solucionar problemas es el proceso que incentiva la imaginación. La investigación debe formalizar para generar saber. El conocimiento independientemente de su naturaleza, en su construcción, en su resultado y aplicación se problematiza.
Ahora, si la lógica de la didáctica se conforma con base en la lógica con la cual los saberes se han construido, será entonces un procedimiento que involucrará el desarrollo de competencias propias de cada saber particular y resolviendo problemas metodológicamente se educarían las nuevas generaciones de profesionales, no sólo para relacionarse con las sociedades del conocimiento, sino igualmente para integrarse a las comunidades del saber, función de la investigación. Es decir, los simulacros de los procesos investigativos en el aula, a partir del planteamiento de problemas reales de las sociedades del conocimiento, para resolverlos metódicamente, permitirían desarrollar las competencias científicas en la educación superior y el futuro egresado podría resolver éstos problemas en el campo laboral, de las organizaciones inteligentes, generando un valor agregado intelectual a su labor, esencia de las entidades que aprenden. Simultáneamente estaría calificado para crear conocimiento científico de calidad para las comunidades que se encuentren en el entorno de la organización inteligente donde labore.
El problema implica la selección de un camino metódico que permite el desarrollo de las competencias científicas como facultad intelectual, disposición al desempeño y una función contextualizada. Las competencias son parte de los objetivos o de lo que se pretende resolver. Cada estudiante mediante su método de aprendizaje, individualiza el objetivo, e intenta alcanzarlo aprendiendo a resolver problemas, con lo cual adquiere conocimientos, desarrolla competencias e incorpora valores y sentimientos en lo denominado formación integral.
VII. CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
La docencia e investigación necesitan integrarse desde el punto de vista investigativo dentro del recinto universitario. Es importante hacer notar que las amenazas presentadas en este artículo no solo dificultan la articulación entre docencia e investigación, sino igualmente obstaculizan muchas otras funciones globales de la institución universitaria en todos sus niveles. Desde el punto de vista del cuerpo docente, deben existir fuentes que motiven la investigación propia inspirada en intereses netamente académicos institucionales. Si bien el financiamiento externo por entes públicos y privados favorece de cierta manera la investigación dentro de la universidad, igualmente no se corresponden sus objetivos con las necesidades universitarias y los resultados del nuevo conocimiento se limitan al ente que financia dicho proyecto. En el mismo orden de ideas, deben ofertarse al profesorado mejores condiciones laborales y de ascenso para aquellos que investiguen dentro de las líneas de la institución sin financiamiento externo. La inexistencia de motivación promueve la repetición docente sin cambios y la ausencia de producción intelectual de calidad, alejando la integración de la docencia con la producción de nuevo conocimiento. Éste mal hábito inducido por la falta de retos, condiciona un currículo rígido resistente al cambio debido a la ilusoria ausencia de nuevas necesidades. El currículo selecciona los saberes a ser enseñados, si se mantiene inalterable en el tiempo, su capacidad para enfrentar los cambios globales estará rápidamente obsoleta, mermando la articulación entre docencia e investigación. Igualmente, las líneas investigativas, deben inspirarse en la identificación, planteamiento y resolución de problemas vinculados a las comunidades, en este punto la extensión universitaria debe establecer los nexos con el entorno y garantizar la proyección de la universidad en la sociedad a nivel local, nacional e internacional. No obstante, la integración docencia e investigación como proceso necesita de un ambiente y recursos económicos para su desarrollo. Estos recursos generalmente son escasos debido a la burocracia institucional que consume gran parte del presupuesto universitario y al déficit presupuestario en sí mismo. La centralización del poder en el Consejo Universitario, el control interno de las élites académicas y las constantes disputas entre grupos políticos antagónicos, agrava esta situación de integración, debido a que desvía la atención de los intereses universitarios en favor del control sobre parcelas de poder y parte del presupuesto, anteponiendo los intereses políticos y económicos particulares de éstas minúsculas facciones en detrimento de la institución universitaria. Este aspecto es uno de los más difíciles de combatir porque implica valores humanos ligados a la honestidad y responsabilidad. Una posible solución sería la despolitización y descentralización universitaria, para evitar la acumulación excesiva del poder en unas pocas manos. Tal tarea sería factible renovando el anacrónico sistema de leyes universitarias obsoletas, creando así una propuesta legislativa que nazca del debate universitario basado en la autonomía, la cual está actualmente amenazada por el estado, quien pretende apoderarse de la universidad y convertirla en un ente sometido a la doctrina política gubernamental. La universidad debe auto renovarse constantemente para deslastrase de esa actitud paquidérmica que la convierte en blanco fácil de todas estas amenazas.
La investigación educativa es una opción para crear un modelo didáctico que partiría del planteamiento de un problema hasta su posible solución. La problemática social en su generalidad, en las sociedades del conocimiento y en las organizaciones inteligentes, son el punto de partida para enseñar a investigar a los estudiantes en la universidad. Los problemas producen objetivos, ideales estipulados por este modelo como guías de aprendizaje, donde se enunciarán las competencias y facultades intelectuales que necesitarán desarrollar los futuros egresados dentro de sus centros laborales para producir conocimiento, a partir de la resolución del problema enunciado. Así entonces, las competencias, más que ser secuela de esferas de actuación preestablecidas por la industria, tendrán que evolucionar de la metodología científica para desarrollar un alto nivel de inteligencia y transformar el progreso de las sociedades del conocimiento.
Finalmente, para concluir, la universidad debe ser un ente autónomo solo supervisado por el estado sin injerencia en sus políticas internas, bajo un marco legislativo actualizado y flexible al cambio; debe ser respaldada por un presupuesto ajustado a sus necesidades reales, donde la burocracia interna sea sólo la estrictamente necesaria. El cuerpo docente debe percibir condiciones laborales y salariales atractivas, que solo se puedan disfrutar como premio a su labor de producción intelectual basada en las líneas investigativas propias con mínimo financiamiento foráneo y vinculadas a las comunidades del entorno a través de la extensión. La docencia debe estar basada en un currículo actualizado y dinámico en constante cambio frente a las necesidades de la problemática social, donde los estudiantes enfrenten problemas reales que hagan aflorar sus competencias educativas hasta la resolución de sus problemas. Esta es solo una propuesta de entre muchas otras para integrar la docencia e investigación dentro de la universidad venezolana
PUBLICADO POR: FRANCISCO CAMACHO
No hay comentarios:
Publicar un comentario